Rainer María Rilke y Lou Andrea Salomé (Correspondencia)


POSTFACIO ( Miguel Morey)

El animal está en el mundo como el agua en el agua- decía Bataille. El hombre sin embargo, le está vedada esta experiencia. La herida que le abre al mundo es irrenunciable: es ella la que le constituye en tanto que hombre. Todo su ser no es sino esa crispada distancia de la que cuanto más se apropia, más le extraña- ojo atento a ese mundo en el que está, pero sin ser, él mismo, mundo.

Miranda y distancia.

Me atormento como un perro que se ha clavado una espina en el pie y que cojea y se lame; y que cada vez que apoya su pie ya no es perro sino espina, algo que él no comprende ni podría ser.

...espina insomne que sólo con la muerte reducirá el dolor y la diferencia, cerrará el ojo desmesurado de esa herida y será agua en el agua...

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