El alma del mundo (Frédéric Lenoir)

Uno de los sabios tomó la palabra: <<Cultivad la prudencia. No seáis temerarios ni impulsivos. Reflexionad bien antes de actuar y medid las consecuencias de vuestros actos. Pero la prudencia no es ni falta de audacia ni pusilanimidad. Ser prudente significa dar pruebas de lucidez y de responsabilidad antes de actuar. Algo que puede evitar bastantes sinsabores>>.


Uno de lo sabios tomó la palabra: <<Un viejo rey acaba de morir. su hijo sube al trono para sucederlo. Consciente de su ignorancia, convoca a los hombres más sabios del reino. Les pide que recorran el mundo para traerle toda la ciencia y la sabiduría conocidas en esa época. Regresan dieciséis años después cargados con libros en todos los idiomas. El rey se da cuenta de que una sola vida no sería suficiente para leer, comprender y aprender todo. Pide, pues, a los eruditos que lean los libros en su lugar, que extraigan lo esencial de ellos y redacten para cada ciencia una obra sencilla.

<<Los sabios tardan otros dieciséis años en construir una biblioteca con los resúmenes de toda la ciencia y de toda la sabiduría humana. El rey es un anciano y sabe que no le queda tiempo para leer e integrar todas esas obras. Pide entonces a los sabios que escriban un artículo por cada ciencia, resumiendo lo esencial. Pasan ocho años más. Cansado y enfermo, el rey pide a cada uno de ellos que sintetice rápidamente el artículo en una frase. Cuatro años más son necesarios para realizar esa tarea.

<<Al final, escriben un solo libro que contiene una sola frase de cada una de las ciencias y sabidurías del mundo. Al consejero más anciano que le entrega dicha obra, el rey moribundo le murmura: "Dame una sola frase que resuma toda esta ciencia, toda esta sabiduría.
¡Solo una, antes de que me muera!".
<<Majestad -dice el consejero-, toda la sabiduría del mundo cabe en tres palabras: vivir el instante">>.

Uno de los sabios tomó la palabra: <<"El mundo es un vaso espiritual que no se puede manipular. Quien lo manipule, lo destruirá, quien lo retiene, lo perderá", dijo un maestro de la sabiduría de la Antigüedad. El hombre moderno tiene la pretensión de querer controlar totalmente su vida y su entorno. Pero, al querer dominar el mundo, éste se le escapa y se rebela por medio de numerosos desórdenes naturales. Y al querer dominar todo lo de su vida está también se le escapa desarrollando numerosas enfermedades físicas y psíquicas.>>.

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